lunes, 15 de septiembre de 2008

Realidad

Son demasiadas las personas que opinan que muy poco podemos hacer los ciudadanos por contribuir a mejorar la sociedad de nuestro tiempo, demasiado desaliento el que los agoreros tratan de meter en el cuerpo a todo aquel que vislumbre otros modos de hacer, otros modos de posicionarse frente a la injusticia, frente a la desidia institucional. Almudena Grandes, con su artículo de hoy, en “El País”, nos muestra las dos caras de una misma moneda:

ALMUDENA GRANDES “El País” 15/09/2008
Visado
René nació con síndrome de Down y se crió solo, en las calles de un poblado del Gran Buenos Aires, aunque eso no importa mucho. Los ranchitos de su barrio sólo se parecen a las chabolas de cualquier otra ciudad: barro, intemperie, hambre, insalubridad, epidemias, drogas, prostitución, delincuencia... Pero René no sólo sobrevivió, sino que se encargó de que sobrevivieran otros niños perdidos, los recogió, los organizó, les dio un objetivo, fuerzas para luchar por su futuro. Ahora, René tiene 30 años. Sigue siendo el líder de "PiEs (Pibes de la Esquina) en la tierra", y el fundador de una murga, Los Hijos de la Noche, que les ha cambiado la vida a través de la música. Se podría pensar que no existe nada en el mundo capaz de parar a René, pero no es cierto. El 11 de septiembre, vigésimo aniversario de la llegada de la primera patera a Canarias, se inauguró en Rivas-Vaciamadrid el III Foro Social Mundial de las Migraciones, en el que 3.000 personas de 90 países diferentes han trabajado juntas para intentar aportar alguna luz a la crisis más grave de cuantas padecemos. Porque el fenómeno de los migrantes no es un problema aislado. La crisis medioambiental, la económica, la energética, la de producción de alimentos, las escaladas bélicas, el tráfico de armas, el narcotráfico, el cambio climático, las redes de prostitución, las tiranías, alimentan y son a su vez alimentados por ese estallido de desesperación que siembra cada día nuestro planeta de cadáveres indocumentados.
René, que sabe tanto de todo esto, tendría que haber estado allí, pero la suya fue una de las 40 sillas que se quedaron vacías. Porque lo que no han conseguido durante tres décadas el abandono, la enfermedad, el hambre, la miseria, lo consiguió en un instante un funcionario detrás de una ventanilla. El que no quiso darle un visado para venir a España.

Pd: No dejéis de ver la película de esta noche, 15 de septiembre, a las 21,30 h., en la 2: “Las tortugas también vuelan”. Un encuentro con la cruda realidad de nuestra Aldea Global.

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