jueves, 30 de septiembre de 2010

Diario de un esquirol

A punto de finalizar el día, no un día cualquiera, sino el día para el cual había convocada una huelga general, me cuesta ir a la cama sin reflexionar sobre la misma. Las primeras ideas que me rondan giran en torno a los sindicatos. Los sindicatos convocaron esta huelga y es lógico que sean ellos los primeros que asalten mi mente. Su presencia es incuestionable, obviedad que deseo dejar patente ante la enorme sarta de improperios que, en los últimos tiempos, les llueven. Cuestionarlos sería igual que cuestionar a los partidos políticos, aunque éstos se lo vienen poniendo fácil a aquellos que suelen hacer tabla rasa cada vez que un turbio asunto de corrupción salta a los medios. Unos y otros, sindicatos y partidos, podrán cambiar de formato, reorganizar su modo de interactuar con la sociedad, que falta les hace, pero sin ellos sería impensable la democracia, al menos del modo que durante los últimos treinta años hemos creído, en España, que se sustentaba. No significa que no hayan otros potenciales modos de organización social en libertad, los hay y sería bueno que fuesen tomando posiciones, y, paralelamente, no estaría mal que entrasen en escena muchas personas cuya valía social está ampliamente demostrada y que, haciendo el juego a los detractores de la política, se parapetan tras halos de insustituibles profesionales. Pero, esta concatenación de ideas preestablecidas, se queda en eso, en una sucinta enumeración de principios básicos que, se supone, garantizan una mínima solidez de las estructuras sociales y políticas.
Hoy, uno ha vivido, ideológicamente, el día más extraño de su vida; por momentos, creía traicionarme a mí mismo. Sin embargo, agrupadas las declaraciones de unos y otros, tanto las que el día ha generado, como las que se venían vertiendo días pasados; escuchadas las sandeces televisivas que, sobre el desarrollo del día, se iban sucediendo; y, sobre todo, considerando mi particular análisis sobre quienes, realmente, precisan de una masiva solidaridad social, si nos ceñimos a España y nos circunscribimos al ámbito laboral, es decir, parados e inmigrantes, llegaba uno a la conclusión de que su posición, por difusa e indefinida que fuese, frente a esta convocatoria, era una más de las posibles ante las verdaderas injusticias que asolan nuestra sociedad.
Cuando, a lo largo del día, algunas cadenas se regodeaban con las gamberradas de unos delincuentes disfrazados de manifestantes, y les llamaban antisistema, me recordaba a la época pepera cuando altos dirigentes del PP utilizaban el término radical como arma arrojadiza. En ambos casos, los dos términos, aplicados correctamente, no designan a nadie que no se conduzca con civismo: sólo desde la radicalidad, o sea, desde el análisis de raíz, y desde una posición fuera del actual escenario, o sea, antisistema, hemos de intentar seguir avanzando. El asunto no se reduce a interpretar si han ganado los sindicatos o el gobierno, el asunto sería analizar el grado de pedagogía solidaria que desde las estructuras políticas y sindicales se es capaz de otorgar a la sociedad, y ése, me temo, no es que sea mínimo, estamos en retroceso.
Entre tanto, mañana, hoy ya, Carmen, parada en estos momentos, seguirá acudiendo, como ayer, 29 S, a sus actividades de cara a preparar un nuevo curso con sus chicos y chicas de Iniciación Profesional; continuará atendiendo a todas las personas que suelen pedirle ayuda, a las que acompaña de aquí para allá, intentando resolver múltiples asuntos, de toda índole, en ocasiones insalvables y lamentables; por mi parte, mañana, 1 de octubre, iniciaré una nueva singladura con el Taller de Apoyo al Estudio, por sexto año consecutivo, cuya remuneración sigue un recorrido tipo Guadiana: el pasado año no tocó, éste, está muy difícil, pero el Taller seguirá adelante, eso si lo puedo asegurar; mientras que mis horas de la mañana, seguirán ocupadas en otra actividad, con la cual puedo aportar una pequeña cantidad mensual a la maltrecha economía familiar.
Por todo ello, incluido el último e íntimo párrafo, uno seguirá confiando y apostando por un gran valor social, la solidaridad, que hace tiempo se esfumó y que algunos creen poseer por dar migajas de la mucha calderilla que les estorba.
Ahora sí, toca descansar.

Santos López Giménez

viernes, 24 de septiembre de 2010

Cehegín en el corazón


El libro que la pasada tarde nos han dado a conocer Pedro Abellán Ródenas y David Sánchez Fernández, en mi opinión, es una joya en sí mismo, que invita a toda la ciudadanía a adentrarse en el estudio y observación de la enorme joya que supone nuestro medio natural. Lleva por título “Guía de la Naturaleza de Cehegín”, y desde sus 207 páginas han abordado todos y cada uno de los elementos que uno desea hallar cuando busca en la bibliografía de un determinado espacio geográfico. El título, de modo genérico, como modelo, suele utilizarse en obras que, asépticamente, pasan de puntillas enumerando especies de flora y fauna, analizando posibles recorridos naturales, y poco más, lo cual no significa que sea un plan de obra desdeñable. Sin embargo, la estructura y el contenido que Pedro y David han utilizado van mucho más allá de esa enumeración carente de alma. Ellos han vertido, en su obra, todo el conocimiento y toda la experiencia que, en su calidad de biólogos, vienen atesorando de 15 años para acá, por fijar como fecha de partida el inicio de sus estudios universitarios. Pero, me consta que esa no es la fecha que en su caso debemos tomar como referencia, me consta que su pasión por el medio natural, su contacto físico con la naturaleza, están enraizados mucho más allá, habría que buscar en su infancia para hallar las claves por las que estos dos doctores en Biología han venido a conceder a su pueblo uno de los más preciados regalos que los cehegineros podríamos desear. Por ello, su obra está impregnada no sólo de conocimiento, el alma de su obra radica en la toma de posición que David y Pedro ponen de manifiesto cuando se despojan de su condición de científicos, y utilizando lo mejor de dicha condición, proponen alternativas contra esos malos hábitos, social y políticamente aceptados, del desarrollismo económico, en la lógica del todo vale, sin tener en cuenta el coste que sobre el medio natural puedan ocasionar; malos hábitos que encontramos en las extracciones marmóreas o de áridos, o también en las intervenciones que, en pos de una supuesta mejora de los regadíos, transforman o desecan los cauces de nuestros ríos. Son sólo unos ejemplos de esa alma que rezuma de las páginas del libro y que se podría resumir en la especial dedicatoria que, refiriéndose a la hija de David, hacen al comienzo del libro: “A la pequeña Ana, para que despierte en ella el amor y respeto por la Naturaleza, con el anhelo de que pueda disfrutar, junto a la nueva generación de cehegineros, de un medioambiente sano”.

Pedro, David, recibid, de mi familia y de mi, nuestra más entrañable enhorabuena, y, por supuesto, muchísimas gracias por este maravilloso regalo.


Santos López Giménez


En Cehegín, madrugada del 23 al 24 de septiembre de 2010.

martes, 21 de septiembre de 2010

A Javi Cardozo

En la mañana del pasado sábado, 18 de septiembre, leyendo El Noroeste, me encuentro un artículo de José Carlos Gozalbes, en el cual, en un momento dado, te citaba y decía, refiriéndose al Calasparra de tercera división: "Atentos a las evoluciones del hermano del mister, Javier Cardozo, mediocentro zurdo, todavía en edad juvenil".

Por la noche, en el Almarjal, sobre el campo de hierba artificial (el de hierba natural han tardado tres años en repararlo para el concierto de Alejandro Sanz y habrá que esperar, vete a saber cuánto, a que se recupere), tenía lugar la presentación de los diferentes equipos: alevines, infantiles, cadetes y juveniles del Cehegín C.F.. A lo largo de la misma, se hizo mención a diferentes hechos que merecían ser ensalzados, entre otros, se personalizó en varios chicos que este verano fueron tentados por equipos de primera fila, así como en los tres chavales que, llegada la edad reglamentaria, dejaban de ser juveniles. De pronto, me percato de que, a ti, no se te nombra. Imaginé entonces, e imagino ahora, que debió ser un olvido no mencionarte en ese acto. Es probable, pero, siendo así, me resultó un imperdonable olvido.

Llevas toda tu vida entregado a tu gran pasión, el fútbol; tu familia lo vive, y lo ha vivido, imposible olvidarnos de tu padre (https://docs.google.com/View?docID=0ARIGiD4bTnVQZGc0cG03amhfNjg5ZGNkcnh4Zjg&revision=_latest), como ninguna otra en nuestro pueblo. Tu buen hacer sobre el campo, las notas de simpatía de tu madre y tus hermanos en la grada, todo ello, Javi, serán momentos que a muy pocos pasarán desapercibidos. Mucha suerte, amigo, te echaremos de menos, te mereces lo mejor.

Santos López Giménez

jueves, 16 de septiembre de 2010

¿Derecha civilizada?

Durante años, quien más quien menos, hemos aludido a aquello de que iba siendo hora de que nuestra derecha, la derecha española, se civilizase, como lo estaba el resto de la derecha europea. Ante los últimos acontecimientos ocurridos en tierras francesas, donde se han llevado a cabo deportaciones de gitanos, siendo expulsados del país, a lo que hemos de añadir las desaforadas reacciones que la clase política europea está poniendo de manifiesto en Bruselas, todo parece indicar que aquella coletilla se nos ha quedado algo desfasada. En realidad, no son sorpresas del último momento lo que ahora está saltando a los medios, lo de ahora es una guinda a un pastel que viene de lejos y cuyo recorrido futuro es lo que realmente preocupa.
Cuando he decidido expresar mi opinión sobre esta cuestión, ha sido a raíz de las declaraciones que le he escuchado al presidente del gobierno de España, desautorizando a la comisaria Viviane Reding, ya que, según él, estaban fuera de tono las expresiones tremendistas que había utilizado para, a su vez, desautorizar a Sarkozy respecto de esa deportación masiva de gitanos. Al parecer, la comisaria, comparó las mencionadas deportaciones con las que tuvieron lugar con los judíos por parte de los nazis. Y, en efecto, a priori, no parecen tener nada que ver uno con otro escenario. Lo que ocurre es que, con asuntos de este tipo, hay que escarbar muy poco para observar que subyacen elementos semejantes, sobre todo uno: son medidas que van contra una raza concreta.
Pero, volviendo al origen de este escrito, como decía, las palabras de Zapatero me han puesto en guardia, lo de este señor comienza a ser preocupante para aquellos que, poco o mucho, creíamos estar ante un político de izquierdas a quien los ideales le importaban. Sin tiempo para el análisis, escuchando la radio, he tenido la suerte de oír las palabras de Manuel Marín, tal vez uno de los militantes socialistas de primer orden cuya coherencia intelectual está a años luz de las miserias diarias que viene rezumando el PSOE en los últimos tiempos. Pues bien, Manuel Marín, ha salvado, en parte, la cara de Zapatero, interpretando que, con sus palabras, la comisaria europea, había cometido el gran error de desplazar los focos mediáticos a las formas y no al fondo. Pero, más allá de ese lavado mínimo de imagen, de Manuel Marín hacia Zapatero, el mensaje que ha dejado Manuel Marín en las ondas es muy esclarecedor respecto del devenir al que estamos abocados, estamos a merced de impresentables populistas sin complejos a quienes no les temblará la mano cada vez que actuaciones como la reseñada hayan de llevarse a cabo. Lo cual significa, sin ánimo de rasgar vestidura alguna, que estamos en manos de una ciudadanía fácilmente manipulable cuyo respaldo electoral irá hacia aquellos que sean capaces de inocularles más miedo en el cuerpo al tiempo que se alzan en salvadores de sus temores. En pocas palabras, Marín nos ha avanzado lo que, como una bola de nieve, se atisba de un tiempo a esta parte en Europa, el fascismo, que jamás se fue, está más presente que nunca.
Santos López Giménez
Pd: si pincháis sobre el texto siguiente podréis escuchar la entrevista con Manuel Marín.

Manuel Marín, sobre Reding: "En Europa, el tono hace la música y si no calculas bien, te cargas la melodía"