miércoles, 26 de enero de 2011

Queridos docentes

El desarrollo de mi experiencia vital me ha situado, a lo largo de mi existencia, en situaciones muy próximas a vosotros: fuisteis mis maestros durante mi infancia, mi adolescencia y buena parte de mi juventud. Después, traté de desarrollar vuestra profesión, a lo más que logré llegar fue a llevar a cabo, durante dos cursos, sustituciones en varios centros de secundaria de nuestra región, tiempo suficiente para impregnarme, en parte, de vuestro espíritu vocacional; también, para vivir de primera mano uno de los más emblemáticos momentos de nuestra reciente historia, el fallido intento de implantación de una ley, la LOGSE, la cual, gracias, entre otros, a la negativa de bastantes de vosotros, fue quedando relegada a una burocrática anécdota formal, sin el alma que se le suponía. Por último, en ese recorrido vital que os relato, y que me sitúa, con vuestro permiso, en la proximidad de vuestra profesión, deciros que, de seis años para acá, imparto un Taller de apoyo al estudio, como voluntario de la Asociación Promotora de la Universidad Popular de Cehegín, de los que unos 18 meses, salteados, fueron remunerados. Es por todo ello por lo que, una vez más, me atreva a dirigirme a vosotros para, ante todo, mostraros mi apoyo, frente a la situación que en estos momentos os está tocando vivir en nuestra región, ante eso que habéis dado en llamar "tijeretazo". A pesar de lo relatado, lo hago como padre, esa otra condición a través de la cual he podido conocer otras facetas de vuestro quehacer, algunas de las cuales ya las conocía, sobre todo de mi etapa de alumno, y que han supuesto la ratificación de una muy grata percepción. Pero, además, hay una última percepción de la que no podemos, ni debemos prescindir, la que contemplamos desde nuestra condición de ciudadanos. Tal vez ésta sea la más crítica, aunque, experiencias no muy lejanas, ponen mi condición de padre en una posición no menos crítica. Formé parte de un magnífico grupo humano, de madres y padres, que ofrecieron su esfuerzo para ayudar en el desarrollo de las mejores condiciones de cara a la actividad docente, cuyos resultados, obviamente, repercutirían sobre nuestros hijos: el trato que ese grupo humano recibió, mientras duró aquella lucha, no es propio de docentes dispuestos a trabajar, mano a mano, con madres y padres, como tantas veces se proclama a modo de brindis al sol. De esa maravillosa experiencia, que tuve la suerte de vivir, permitidme resaltar la grandeza de aquellas madres y padres, cuya disponibilidad, alcance intelectual y honradez están fuera de toda duda, la mayoría estaríais encantados de tenerlos en las AMPAs de vuestros colegios.
Durante muchos años, demasiados, nuestra región ha vivido en un estado de letargo social alarmante. Se impusieron unas reglas asquerosas que convertían al sistema educativo en un aliado de la clase política que ostenta el poder, al tiempo que lo hacía de la clase empresarial que, con la aquiescencia de la primera, los intereses de unos y otros se confunden, nos han conducido a una miseria moral y económica cuyo calibre sobrepasa cualesquiera de los límites que otros espacios geográficos, de nuestro entorno, estén viviendo. Esa alianza, por vuestra parte, se fue construyendo más por pasiva que por activa, pero, de todo hubo.
Vuestra condición docente os otorga la enorme responsabilidad de formar ciudadanos. Los abusos de las clases política y empresarial, que durante años sacaron pecho, haciéndonos comulgar con ruedas de molino, mediante la más odiosa política urbanística que ningún país ni época haya conocido, jamás recibió vuestra repulsa, es más, una de las cuestiones más repugnantes, cuyo estandarte aún siguen portando, el agua, lo convirtieron algunos docentes en asunto de aula, y no precisamente científico, cuando, desde el punto de vista de la ciencia, que sería el único a tratar, está demostrada la inutilidad y el desastre que suponen las políticas trasvasistas.
Qué decir de la laicidad en la escuela, os cuesta horrores aceptar un hecho que, hace años, debiera ser incuestionable, seguís dando pávulo a todo tipo de actividades donde la Iglesia Católica promueve y organiza, sin reparar en la diversidad de creencias y culturas que conforman el maravilloso caldo de cultivo social en el que vivimos.
Pero, a pesar de todo, o, tal vez porque a través de la experiencia vital relatada he logrado obtener un amplio abanico respecto de vuestras enormes posibilidades, estoy convencido de que vuestra importancia social es incuestionable. Por ello, os muestro mi apoyo incondicional puesto que de vuestro futuro depende el futuro de nuestra sociedad.
Termino con un ruego, y es que, espero y deseo que el fervor social, al que estáis contribuyendo en el último mes en nuestra región, no decaiga una vez logréis vuestras demandas laborales, estaremos codo con codo en la lucha. Salud y suerte.

Santos López Giménez

Pd: os dejo unos cuantos escritos, no todos, de otras ocasiones en que, directa o indirectamente, me dirigí a vosotros.

1) Sociedad libre, tolerante y justa. El Noroeste, 31 de enero de 2009.
https://docs.google.com/View?id=dg4pm7jh_1206qbnjwjv
2) A Valentina. El País Semanal, 29 febrero 2004. https://docs.google.com/View?id=dg4pm7jh_1255t9dqrbgm
3) Salir en la foto. La Verdad, 3 marzo 2004.
https://docs.google.com/View?id=dg4pm7jh_1009dfbzxjhb
4) Carta a los maestros. La Verdad, 4 julio 2004.
https://docs.google.com/View?id=dg4pm7jh_832whqdnphg
5) Carta abierta al Alcalde de Cehegín. El Noroeste, noviembre 2004.
https://docs.google.com/View?id=dg4pm7jh_1216hrh7rcft
6) Diez meses después. El Faro, 17 diciembre 2004.
https://docs.google.com/View?id=dg4pm7jh_74hm2sq3cb
7) Escuela pública laica. La Verdad, 14 mayo 2002.
https://docs.google.com/View?docID=0ARIGiD4bTnVQZGc0cG03amhfNDU2YzI4NjU3ZGY&revision=_latest

domingo, 16 de enero de 2011

A un fascista, mafioso y mercenario.

Malnacido violento:
No es la primera vez que te saco a colación, probablemente no será la última. En cierta ocasión te escribí una carta abierta: Carta a un violento. La Verdad, 14 enero 2004. - Google Docs. Además de malnacido, eres un cobarde, y lo sabes muy bien. Sigues siendo el mismo fascista de toda la vida, a lo cual hay que añadir tu condición de mafioso y mercenario. Lo de ayer no deja lugar a dudas. Te comportaste como únicamente tú sabes hacerlo. Acompañado de dos energúmenos de tu misma ralea, te lanzaste como criatura endemoniada sobre tu víctima, emitiste inconexos grititos, que tus dueños te enseñaron, para confundir a la persona agredida, y descargaste tus valientes puños de hierro sobre su rostro.
A ti no te mueve indignación alguna, menos aún ideales políticos, sólo tú y tus dueños sabéis el por qué de esa violencia sin sentido, ¿no será que detrás de esa agresión deseáis ocultar la mierda que habéis generado y los privilegios económicos que se os escapan?. El primer golpe de efecto está en marcha, el gobierno regional ha dirigido todas las miradas hacia la oposición política, en un gesto, por parte del mismo, de absoluta falta de responsabilidad.
No contentos, y siguiendo vuestro putrefacto guión, mantienes viva una asquerosa llama en diferentes foros de internet, según rezan titulares de prensa, Amenazas en Internet al consejero agredido, utilizando un estilo que en Cehegín se conoce muy bien, según el cual, fascistas incendiarios, de unos años para acá, haciéndose pasar por lo que no son, copan la sección de comentarios de un impresentable blog anónimo (próximo al poder local municipal), tratando de generar una violencia dialéctica artificial.
Espero y deseo una muy pronta recuperación del Consejero, Pedro Alberto Cruz, del mismo modo que, espero y deseo, vuestra detención, y puesta a disposición judicial, lo antes posible.

Santos López Giménez

lunes, 10 de enero de 2011

Permitidme ser optimista

El día que un nuevo asesinato vuelva a golpearnos, ese día, aceptaré todos los reproches que mi reflexión os pueda provocar, pero hoy, como ser humano, ni tan siquiera como ciudadano, permitidme mostrar un ápice de optimismo.


Es obvio que personajes como los que aún no he nombrado no merecen el más mínimo respeto, pero no es menos cierto que, dado lo efímero de nuestra existencia, lo efímero de nuestro día a día, si un grupo de asesinos anuncia que no tienen intención de matar, aunque sólo fuese durante las próximas 24 horas, significa poder insuflar un chorro de aire fresco a modo de vida.


Los asesinos, en el ámbito geográfico desde el que planifican sus crímenes, constituyen una rémora de la que las gentes de aquellas hermosas tierras están deseando desprenderse. Son estas personas quienes con más fruición tomarán ese chorro de vida.


Por su parte, la rémora, los individuos que la encarnan, si es que alguna vez pudieron tener razón de existir, hace demasiado tiempo que dejaron de tenerla. Lo peor de la funesta historia que les acompaña, sin duda alguna, son ellos mismos; sin embargo, de una de las colateralidades sociales que han ocasionado, para regocijo de semejantes criaturas asesinas, la llamada Ley de Partidos sacó a relucir la caspa fascistoide de los autoproclamados "partidos democráticos".


Entiendo la enorme dificultad que entraña ilegalizar a un partido votado por nueve millones de ciudadanos, pero, en un marco de libertades públicas, debiera tener la misma consideración un partido al que votan 200.000 personas. Aún hoy sigo esperando la rectificación pública y el arrepentimiento del partido que llevó a España al borde del abismo convirtiéndonos en cómplices del genocidio de decenas de miles, por no hablar de millones, si consideramos el reguero de muerte posterior, de ciudadanos irakíes. Y qué decir de la trama organizada desde la judicatura española para ocultar los miles de crímenes y desapariciones, que el golpe de estado fascista, y su posterior singladura dictatorial, ocasionaron en España, y que cuenta con el consentimiento explícito de ese mismo partido. Por su parte, el otro "partido democrático", tuvo su particular San Martín con el despreciable asunto de los GAL, del que, si bien pudieran existir aspectos oscuros no desvelados, nada que ver con el cúmulo de atrocidades, encubrimientos y malas tretas de quienes pudieran volver a formar gobierno en España.


Por último, apelando a una simple cuestión de definición de conceptos, supuesto que implícitamente hablamos de terrorismo, entre las diferentes acepciones y sinónimos que busco, hallo elementos suficientes como para concluir que no parece este el momento más adecuado para asignarlo sólo a los perversos personajes que han originado este escrito, los encuentro, y de qué manera, entre todos aquellos que arremeten contra los inmigrantes; entre la jerarquía eclesiástica cuyas declaraciones no sólo confunden a sus fieles sino que generan estériles odios entre la población; los hallo en la actitud de desprecio mostrada por la oposición de derechas de este país hacia la posibilidad de colaboración para, aunque nos de asco reconocerlo, tratar de salir del fango al que nos somete el capital; por supuesto, en el alarmante alto número de desvergonzados, tipo Fabra, que copan la política y las finanzas en nuestro país.


Por ello, insisto, hoy me permito ser optimista y creer que, de una vez por todas, pudiéramos estar ante el final de una de las pesadillas citadas.


Santos López Giménez

jueves, 6 de enero de 2011

Punto y seguido

La entrada que precede a la que ahora introduzco merecía un complemento, de ahí que el artículo que hoy publica Juan José Tamayo en El País sea el más acertado.
Maltrato en los matrimonios católicos
Monseñor Reig Plá, obispo de Alcalá y presidente de la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española, ha declarado recientemente que "los matrimonios canónicamente constituidos son menos dados a la violencia doméstica que aquellos que son parejas de hecho", y que la violencia de género tiene lugar sobre todo en procesos de divorcio o de separación. Considera lamentable, además, que haya tantas iniciativas legislativas que no protegen la familia y, contra toda lógica ética y jurídica, llega a aseverar que la ley de divorcio exprés se ha convertido en "una ley de repudio" y "es un paso más en la disolución de la familia".
Ubicándome en el mismo escenario que monseñor Reig Plá, mi tesis es la contraria: en los matrimonios católicos hay una mayor propensión a la violencia de género que en las parejas de hecho precisamente por la pervivencia, en aquellos, de la estructura patriarcal y por la imposición de la indisolubilidad, que, a la larga, se convierten en fuente de maltrato hacia las mujeres y los hijos. Intentaré demostrarlo apoyándome en algunos textos de la Biblia cristiana.
"La mujer, que oiga la instrucción en silencio, con toda sumisión. No permito que la mujer enseñe ni que domine al hombre. Que se mantenga en silencio porque Adán fue formado primero y Eva en segundo lugar. Y el engañado no fue Adán, sino la mujer que, seducida, incurrió en la transgresión... Con todo se salvará por su maternidad". El texto pertenece a la 1ª Carta a Timoteo -libro canónico del Nuevo Testamento-, para quien el recato, el silencio, la sumisión al varón son las virtudes que han de adornar a las mujeres y la procreación es su destino.
La 1ª Carta a los Corintios recurre a un razonamiento similar para justificar la superioridad del varón sobre la mujer: Dios es la cabeza de Cristo, Cristo es la cabeza de la Iglesia y el varón es la cabeza de la mujer. A partir de aquí, el autor de la Carta da instrucciones precisas sobre el comportamiento de las mujeres en la asamblea cristiana: se les prohíbe profetizar; a la hora de rezar, deben cubrirse la cabeza. Si no lo hacen, deben cortarse el pelo al rape. ¿Y el varón? No debe cubrirse la cabeza ya que "es imagen de la gloria de Dios" y "no procede el varón de la mujer, sino la mujer del varón, ni fue creado el varón por razón de la mujer, sino la mujer por razón del varón". Con este razonamiento se da por cerrada la discusión: "De todos modos, si alguien quiere discutir, no es nuestra costumbre ni la de la Iglesia de Dios" (1 Cor 11,16).
Se puede decir más alto, pero no más claro. Es Dios mismo quien impone a la mujer el uso del velo como signo "de sujeción".
Similar ideología discriminatoria de la mujer defiende la Carta a los Efesios: "Sed sumisos los unos a los otros en el temor de Cristo: las mujeres a sus maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, el Salvador del cuerpo. Como la Iglesia está sometida a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo" (Efesios 5,21-24).
En los tres casos se trata de textos inspirados en los códigos romanos de familia, que establecían la dependencia de los miembros de familia del varón y que, en buena lógica, no pertenecen a la revelación. Sin embargo, al incorporarse a la Biblia cristiana adquieren carácter canónico y se convierten en imperativos en la vida de la familia cristiana.
Con la intención de privar a los textos citados y a otros similares de carácter imperativo se dirá que pertenecen al pasado y que carecen de vigencia hoy. Nada más lejos de la realidad. Siguen proclamándose públicamente en las celebraciones católicas, y muy especialmente en los matrimonios canónicos a los que se refiere monseñor Reig Plá.
Hace unos años yo mismo fui testigo de la lectura del último de los textos en la boda de un familiar muy cercano, tras la cual el lector dijo "Palabra de Dios", a lo que la asamblea respondió al unísono "Te alabamos, Señor". Siguen considerándose textos revelados y, por ende, normativos en la vida diaria de no pocos matrimonios católicos. ¿No es eso incitar a la violencia contra las mujeres, si no se comportan sumisamente?
Hay, con todo, un contrapunto: la Carta a los Gálatas, que se opone a todo tipo de discriminación: social, étnica, religiosa, cultural, y de género: "Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús... Ya no hay judío ni griego, ni esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gálatas 3,26-28). Bloch definía este texto como "la primera internacional de la igualdad". Yo creo que se encuentra en plena sintonía con las leyes de igualdad de género y con los movimientos de emancipación de la mujer.

Juan José Tamayo es director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de Religión, género y violencia (Sevilla, 2010).

http://www.elpais.com/articulo/opinion/Maltrato/matrimonios/catolicos/elpepuopi/20110106elpepiopi_5/Tes