martes, 26 de abril de 2011

Constitución en mano

El desmedido interés del PP por ilegalizar los derechos constitucionales, maestros ellos en las tretas para confundir, pareciera una lucha entre la cordura, pegote más que disfraz, y la barbarie. Sin embargo, con los mimbres que las circunstancias actuales nos vienen ofreciendo, no diré que la reversión sea literal, pero, mirando al pasado, observando el mucho dolor que los asesinatos indiscriminados, de unos asesinos innombrables, provocaban, considerando que en el horizonte de este país, respecto de esa lacra, se atisba un futuro que nada tiene que ver con semejante locura de miedo y muerte, su actitud comienza a ser absolutamente deleznable.
El asunto, para ser afrontado, ofrece multitud de enfoques. Ubicarnos directamente en las andanadas actuales de esos irresponsables políticos, es dar carta de naturaleza al origen del sinsentido actual. Cuando la ley de partidos, con el beneplácito del PSOE, se puso en marcha, la divergencia en cuanto a los aspectos jurídicos que la envolvían, por parte de los profesionales del Derecho, fue de tal magnitud, y lo ha seguido siendo, que, sólo por la mencionada divergencia, hubiese sido suficiente para derogar de inmediato la citada ley. En aquel momento, las gentes del PP atacaban dialécticamente, sin apenas margen para la distinción, al nacionalismo vasco en bloque; eran los tiempos en que, entre otros referentes que ayuden a refrescar la memoria, Julio Medem trataba de, a través del cine, dar forma a la disparidad ideológica de la sociedad vasca, al tiempo que proponía buscar puntos de encuentro que ayudasen a la definitiva pacificación: el documento cinematográfico contó con la representación política y social del conjunto de la sociedad vasca, excepto el PP, se negaron a participar. Julio Medem fue sometido a tal acoso que estuvo a punto de exiliarse, y no precisamente por culpa de los asesinos.
No es cuestión de repetir las innumerables incongruencias a las que nos tienen acostumbrados personajes como Aznar, Mayor Oreja o Rajoy, las hemerotecas y videotecas, de los últimos 15 años, están plagadas. Pero sí, conviene recordar, y no sólo a ellos, también a sus socios "constitucionalistas" del PSOE, que no hay nada más anticonstitucional que la prohibición expresa a que un ciudadano libre, sin cargo alguno ante la Justicia, pueda presentarse como candidato a unas elecciones democráticas.
Se lamentaba Garaicoetxea, el que fuese presidente del Gobierno vasco, en una entrevista en la SER, del modo en que se suele dar crédito a los papeles de los asesinos, y ninguno a la voluntad integradora y pacificadora de su actual grupo político, EA, cuando se trata de normalizar la vida política en Euskadi. Se mostraba indignado ante las arremetidas de alguien, como Aznar, cuyo pasado político, manifiestamente anticonstitucional, debería obligarle a ser mínimamente decente si lo que pretende es dar lecciones de democracia y libertades.
No hay vuelta atrás, la Paz acabará por imponer su ley en Euskadi, sólo la actitud carroñera de infames y mezquinos seres humanos continúa enmascarando un proceso imparable.

Santos López Giménez

jueves, 14 de abril de 2011

El 14 de abril en Cehegín

Transcribo la sugerencia, e invitación, de un bloguero andaluz, autor del blog 14 de abril , que nos hiciese el pasado día 7, Iniciativa para el 14 de abril: “Como aquel 14 de abril significó el intento para sacar de la injusticia y del retraso a los ciudadanos de este país, propongo a los interesados, lectores habituales o esporádicos de este blog, que publiquen entradas para ilustrar cómo se vivió aquel 14 de abril de 1931 en su pueblo, barrio o ciudad. Se trata de publicar, el mismo 14 de abril, artículos que respondan al título: El 14 de abril en…, sustituyendo los puntos suspensivos por el nombre de la ciudad o población donde nacimos, vivimos o cualquier otra”. La idea era muy atractiva, pero me he dado de bruces con la realidad. He acudido al lugar por excelencia, para este menester: el Archivo Histórico Municipal. De esta visita, he de agradecer, al chico que lo gestiona, la amabilidad en el trato, habiéndome buscado allí donde él creyó conveniente y más adecuado, y de cuya búsqueda me ha proporcionado dos actas de sendos plenos municipales, una del 18 de abril de 1931(18/4/1931), la otra del 5 de junio del mismo año(5/6/1931). Se trata de dos documentos complementarios, ya que en uno se cita la formación de un gobierno municipal provisional, tras los resultados electorales del 12 de abril, siendo en el pleno del 5 de junio cuando se concreta, según reza en la acta, de la Sesión inaugural del Ayuntamiento Republicano, el definitivo grupo de concejales. En todo caso, documentos ambos que dan fe de las consecuencias que, tras aquellas elecciones del 12 de abril, fueron concretándose en cada rincón de España. Pero, el espíritu que mueve al autor del blog 14 de abril se refiere a hechos muy concretos, en el tiempo, que se desarrollasen durante aquel 14 de abril en que multitud de ciudadanos salieron a las calles, en muchas ciudades y pueblos de España, para reclamar lo que ellos mismos se acababan de otorgar, dos días antes, mediante las urnas. Por ello, ha sido ahí donde la realidad me ha parado en seco, sacándome los colores por no haber sabido indagar, cuando mis mayores vivían, en los pormenores de una fecha tan significativa. No obstante, al tiempo, se ha puesto de manifiesto algo que vengo echando en falta desde hace años, cada vez que una exposición, o publicación local, echa la vista atrás para repasar nuestra historia local, apenas hay documentos gráficos y/o comentados de aquella fecha y de los posteriores ocho años durante los cuales la legitimidad republicana estuvo vigente en Cehegín. Para colmo, pensando en cómo daría forma a este escrito, he reparado en la entrada que Jaime Parra, director de El Noroeste, hacía esta tarde en su blog: El 14 de abril o El día de la marmota. Sería una osadía imperdonable, por mi parte, si tratase de analizar el contenido de la misma, pero, como referencia respecto de cómo los más jóvenes contemplan aquella fecha, creo que es un artículo bastante clarificador. A pesar de todo, un buen amigo, maestro y estudioso de nuestra historia local, me ha proporcionado algunas pistas más, entre ellas, tal vez, la que uno deseaba escuchar: la Calle Mayor de nuestro pueblo vivió una espontánea manifestación ciudadana de júbilo en la tarde del 14 de abril del 31. Que cada cual perciba esta fecha como desee, pero, su significación, va infinítamente más allá de la dualidad monarquía-república, su significación contiene vidas humanas, pasadas y presentes, ilusiones, pasadas y presentes, proyectos, pasados y presentes, y emoción, muchas emociones contenidas, emociones desbordadas,...esperanza. Santos López Giménez