martes, 21 de febrero de 2012

Violenta desmesura policial. Atroz desmesura verbal.

"No es prudente revelarle al enemigo cuáles son mis fuerzas".


La frase se las trae. Fuera de contexto podríamos situarla en una disparidad de ámbitos que se nos escapa su cálculo. Sin embargo, todos ellos serían ámbitos de guerra o preguerra, donde la inusitada violencia de peligrosos delincuentes, en el fragor de los disturbios, podrían llevar a su autor a emitirla. Pero claro, la frase es de esta tarde, la ha emitido el Jefe de la Policía de Valencia, Antonio Moreno, y los hechos que le han puesto semejante barbaridad en sus labios no son sino unas concentraciones, de jóvenes estudiantes, ni tan siquiera universitarios, que vienen peleando por la dignidad del Sistema Público de Enseñanza. Entre otras reclamaciones está la de que puedan gozar de calefacción. Pues bien, desde la semana pasada, que comenzasen las protestas, el grado de violencia que la policía está empleando contra estos jóvenes está siendo de una magnitud tal que el silencio y el ocultismo no deben gozar ni de un segundo para lograr sus infames objetivos.
               Mientras escribo, esta misma noche, un cerco enorme de policía se enfrenta a una masa de estudiantes que casi les iguala en número. Es toda una desmesura. Obviamente, la estrategia es clara, inocular el miedo en la sociedad. No nos engañemos, no precisan estas criaturas de estrategias concertadas, sólo precisan vías para que el miedo llegue lo más profundo que se pueda. En su delirio, estos zanguangos, son capaces de hacer trizas todo lo que se les ponga al alcance de su herramientas para infringir dolor físico. Las Fuerzas de Seguridad del Estado albergan en su seno a un ramillete de maleantes e inoperantes profesionales que constituyen las fuerzas represoras que tanto daño hacen a la sociedad en su conjunto. Hago este especial énfasis, en el subrayado y la cursiva, porque, recientemente, me saltó a la yugular un funcionario público, miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado, para emitir la siguiente sandez:


"Cuando tu dijiste que las fuerzas represoras de este pais, entiendase policias y guardia civil, eramos unos malnacidos y nos maldeciste, no mostraste ningun respeto ni educacion por mis compañeros ni por mi, asi que yo a ti no te debo igualmente ningun respeto.No estas en condiciones de exigir lo que tu no muestras. Para mi firmaste tu setencia con aquellas palabras". (Tilonorrinco, espiritrompa)


Pero, esas palabras, y las otras muchas que esa criatura me dirigió, no eran casuales, como no era casual el momento. Vivimos tiempos en los que determinados miembros de las Fuerzas de Seguridad hacen ostentación de sus ideologías, lo cual no debiera nunca ser impedido, pero sí, y lo saben muy bien, añadiendo su condición de miembros de las mismas.


En todo caso, la cadena de responsabilidades, que sobre la sangrante operación policial de Valencia se ha generado, sitúa a la Delegada del Gobierno, Paula Sánchez, como la primera, y gran gamberra, al no haber sido capaz de censurar, ni de lejos, lo acontecido, y, bien al contrario, está dando por buenas las explicaciones que le trasladan personajes como el que esta tarde emitió la frase que daba comienzo a este escrito. De hecho, cuando el Jefe de Policía pronunciaba la desgraciada frase, la Delegada estaba a su lado. 


Cehegín, madrugada del 20 al 21 de febrero de 2012.




Santos López Giménez




Enlaces con la noticia:

Cartas al Director


La Policía aduce que se limitó a responder al "enemigo"

El diputado nacional de Compromís denuncia haber sido agredido por la Policía en Valencia


"Me entran ganas de llorar"


Una periodista agredida: "No hace falta tanta agresividad"


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