martes, 8 de mayo de 2012

No te rindas

      Esta tarde, mientras estaba sentado en tu mesa de trabajo, sobre ella, he visto una hoja impresa con un hermoso poema de Mario Benedetti. Quizá no sea sino una más de las preciosas iniciativas que propones a tus alumnas y alumnos. Quién sabe si uno de ellos, de cuya admiración y cariño hacia tu persona tengo constancia, te lo haya llevado. Tal vez, llevaba tiempo ahí y me pasó desapercibido. Puede que algo de eso sea lo que encierra la razón de ese poema sobre tu escritorio. Pero, los oscuros nubarrones que van y vienen con el tiempo, bien pudieran ser estos versos consecuencia de los mismos. Los chasquidos y dentelladas de chacales nunca dejaron de sonar, ellos también, van y vienen con el tiempo, nuestra existencia va ligada a un continuado avizorar. Sin embargo, porque el poema estaba ahí, porque perdura en mi retina, porque su tintineo permanece, aquí he querido traerlo para que lo leamos juntos.


No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás sola, porque yo te quiero.
Mario Benedetti

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola soy Maria José :)
Para empezar ¿Qué tal estas?
Bueno hace dos meses que no hablo contigo y bueno, a ver si pudo hablar con alguien que entienda de política, y con la que se pueda hablar sin gritar (es evidente que por aquí mucho no se puede gritar).
Bueno el Jueves asistí a una manifestasion de estudiantes que hubo y fue genial (no sabía que había la verdad) y hoy, he estado en la de Sol, la del 15-M aunque no sea 15.
La verdad es que he ido sin permiso pero mi abuela no me dejaba ir porque dice que es muy peligrosa y eso, pero bueno, ahora mismo la estoy esperando, porque se ha enterado y me va a caer un castigo de la madre... (es que me he escapado, vale se que esta mal, pero es que tenía muchas ganas de ir...)
Una cosa, mi profe de lengua se sabe mas del 1.000 poesias es guau, pero es una bruja, en serio, se cree que los de Murcia son unos paletos, y me trata a mi como una... Yo lo veo mucho de ignorantes, y segun ella yo solo leo historias de zombies, lo sé, terrible. Que sabra de lo que leo...
Me estoy enrollando mucho, lo siento.
Iré a visitaros algún día.
Muchos, muchos saludos para Carmen, (por cierto hace dos meses que no os veo...)
Besos :)

Santos López dijo...

Hola, María José:
Qué alegría, María José, volver a saber de ti. Te difuminaste sin dejar huella: los más pequeños del Taller, con los que apenas coincidías, sin embargo, aún preguntan a veces por ti. Me encanta saber, como primeras noticias tuyas, que vienes de la concentración del 12M, la que rememora al 15M. Eres una privilegiada, has estado en el paraninfo de la indignación, allí donde gritar alto y fuerte es necesario, y que tu grito, junto al de los miles de indignados que os habéis concentrado esta tarde, llega hasta el último rincón del planeta. Carmen y yo, como viene siendo habitual en los últimos meses, nos hemos visto obligados a atender necesidades familiares que precisan de nuestra colaboración, esperamos unirnos a ese grito de rabia y descontento al que tú, contraviniendo a tu abuela, te has unido hoy.
Que esa promesa no caiga en saco roto y, muy pronto, te veamos por aquí, aunque sólo sea para echar unas parrafadas sobre los diversos asuntos que de los que tantas veces hemos hablado. Un beso de Carmen y mío. Hasta pronto, María José.

Vagabundo dijo...

Estimado Santos:

Espero que no te moleste el que haya tomado prestado esta publicación tuya y la haya reproducido en uno de mis blogs.

Un abrazo :-)

Manuel

http://vagabundotraslalibertad.blogspot.com.es/2012/06/no-os-rindais.html