sábado, 1 de febrero de 2014

Señor Alcalde de Cehegín, no me lo creo

Estimado señor:

              La pasada noche, viernes 31 de enero de 2014, he tenido ocasión de ver, por Televisión Cehegín, la rueda de prensa que, al parecer, dio usted ayer. Vaya por delante que, cuando me puse frente al televisor, para ese momento, iba usted por lo del requisado de ordenadores, por parte de la policía local, en el Pabellón. He supuesto que lo anterior a ese requisado, que usted haya comentado, es aquello que días pasados se publicó en algunos medios, según lo cual, el supuesto ladrón, en un acceso de culpabilidad, confesó el robo que durante años llevó a cabo valiéndose de sus funciones recaudatorias en el Pabellón, reuniendo a sus compañeros y al concejal de deportes para la escenificación. A partir del instante que  he seguido su exposición, hay varios incisos que me va a permitir exponer a mí.
              Por una parte, aunque sea nimia su influencia en el devenir judicial futuro del asunto, le diré que yo no me creo lo del acceso de culpabilidad ni la escenificación aireada con énfasis por los medios afines al Gobierno Municipal que usted preside. Pero, le advierto, no piense en que deba acudir al Juzgado, ni mucho menos en que sea un delito mi incredulidad, ya que, tras ver sus airadas reacciones contra los miembros de la Oposición Política Local, le veo capaz de eso y más; simplemente, le repito, como ciudadano de Cehegín, como ser humano preocupado por aquello que acontece en mi pueblo, no me creo que esa escenificación ocurriese de verdad. Si lo piensa, ocurriese o no, desde el plano judicial, es lo de menos: ustedes creen tener razones suficientes para suspender de empleo y sueldo a un trabajador, la Justicia ha acogido su denuncia y eso es lo importante, no entiendo el por qué de esa desmedida intencionalidad en vocear el nombre del supuesto ladrón, para colmo, con la saña con la que usted hablaba de él cada vez que lo ha nombrado. No me parece nada edificante que la máxima autoridad local se exprese del modo que usted lo ha hecho,  no parece lógico, desde la perspectiva de la presunción de inocencia, presuponer nada por mucho que las evidencias sean aplastantes.
             A esta altura de mi carta, he de hacerle una nueva confesión, la de que no sé si su rueda de prensa ha sido por lo del robo o porque se han negado a celebrar el Pleno Municipal, que estaba previsto para ayer 31 de enero, o, tal vez, por ambas cosas; bueno, tampoco eso es vital en este instante. Una de las razones que le he escuchado, por la que no han permitido celebrar el momento ciudadano por excelencia, aquel en que nuestros representantes debaten en la Casa Común de la Democracia, todo aquello que importa a los ciudadanos, era el importe que ese acto conllevaba. Veamos, si cada uno de los actos, que dan sentido a la democracia, hubiese que valorarlo por su precio económico, querido señor, a ésta, a la democracia, nos la cargábamos en un abrir y cerrar de ojos.
               Pero, como quiera que el motivo fundamental, por el que ahora le escribo, ha sido la indignación que me han producido el contenido y el tono de sus palabras, cuando se dirigía a los miembros de la oposición política, dejando a un lado las que ha vertido sobre los representantes municipales de los dos partidos opositores, me quedo con el ninguneo que ha tenido usted a bien manifestar sobre Antonia Fernández Nieto, Secretaria de Organización del PSOE. Mal acostumbrados, como estamos, al acoso verbal que se utiliza en política, pensaba uno que su desafuero, hacia los concejales de PSOE e IU, tendría respuesta por parte de los mismos, pero, qué quiere que le diga, lo del ninguneo, hacia Antonia, ha sido muy desagradable. No sé, ese menosprecio, no tiene cabida, en mi opinión, en boca de un Alcalde que se precie de representar a todos y cada uno de sus ciudadanos. Y contrasta, hasta rechinar, cuando uno de los periodistas presentes le ha objetado sobre la frase que el Concejal de Deportes, Antonio Marín Sandoval, dejase en Twiter el pasado 24 de enero, refiriéndose al asunto del robo, y que literalmente decía: “estoy pensando en destapar el cajón de la mierda y poner el ventilador”, su respuesta ha sido de una tibieza asombrosa, ha tratado el asunto como si de un díscolo hijo estuviésemos hablando, y, coincidirá conmigo en que un concejal, del Gobierno Municipal, por díscolo que sea, ni debe, ni se le pueden permitir semejantes patochadas.

              Sea como fuere, en lo referente al robo, el tejado de la Justicia alberga la pelota, será ella, la Justicia, la que habrá de dictaminar el cómo, el cuándo y el quién, o quiénes, son responsables de lo denunciado. El cuándo, viene a cuento ya que su insinuación sobre el momento de la contratación del trabajador, está fuera de lugar por completo, ya que, de ser ciertas las acusaciones, la responsabilidad política, tras diez años en el poder, dígame usted a quién habría de corresponder, por mucho que en su contrato rece 1990.
                 Quedo a su disposición.

Santos López Giménez

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