jueves, 31 de julio de 2014

PODEMOS Cehegín: generando ilusión.

                                   No sé a vosotros pero, a uno, mantener en todo lo alto la llama de la combatividad, se le hace complicado. Tratando de soltar lastres anquilosantes, anoche acudí a la presentación que PODEMOS hiciera en Cehegín. Fue grato comprobar como las personas que le están dando forma, que cuidan al detalle aquellos pormenores que han de convertir a este grupo político en algo muy alejado del concepto doméstico que hemos acuñado, durante años, de la política, son personas cercanas, cuyo empeño, más allá de esa puesta a punto, es el de transferir la ilusión que ellos albergan. No era difícil asimilar ese entusiasmo, uno tras otro, sus miembros, fueron desgranando los sencillos aspectos que les convierten en un referente vivo del que no sólo hemos de tomar la vertiente electoral a la que ya han acudido, y a la que acudirán en unos meses nuevamente; en absoluto, la idea fundamental, por mucho que esa signifique tomar la calle y que la ciudadanía se sienta dueña y responsable de su futuro mediante políticas concretas que puedan plasmarse tras esos resultados, es, precisamente, la participación en sí misma, que será la que habrá de devolver el poder de decisión, y por ende su futuro, a la propia ciudadanía.
                                   Hace poco más de un año, uno escribía, echando mano de la ironía, incidiendo en la capacidad movilizadora que el rodaje de Ambel estaba teniendo sobre la ciudadanía ceheginera, para, implícitamente, manifestar mi contrariedad por la escasa o nula implicación de nuestros conciudadanos para con la lucha anti fracking. Titulé el escrito  Así que pasen diez años. Pues bien, aunque otra de las ideas claves que, para los no habituados al modus operandi de PODEMOS, se nos trasmitiese anoche, fuese la de quitar importancia a nombres concretos de representantes dentro de la formación, así como de representantes electos o posibles candidatos futuros, lo cierto es que sus caras, los rostros de quienes anoche presentaban en sociedad este ilusionante proyecto, y bastante más que sus rostros, me eran muy familiares, familiaridad al modo en el que algunas personas impregnan de confianza tu espíritu durante años. Y bien que puedo dar fe de esa última frase que acabo de enunciar, no es la primera vez que los nombro (Cuestión de talento), ni creo que vaya a ser la última. Sin embargo, respetando esa máxima que sitúa las decisiones ciudadanas generadas en los Círculos de PODEMOS, en los que todos estamos invitados a participar, muy por encima de quienes porten esos mandatos o decisiones, allí donde sea preciso, cuando menos, en esta ocasión, si deseo constatar que en el mencionado rodaje de Ambel, en cuerpo y alma, un significativo ramillete de las personas que anoche nos invitasen a soñar juntos el futuro, participaron de lleno. Paradójica casualidad de la que me congratulo.

Santos López Giménez

pd: La Saturna, no, no es la primera vez.