martes, 14 de abril de 2015

14 de Abril: ilógica impotencia

                           La Memoria, la memoria de aquellos que dieron su vida por defender nuestro futuro, es lo único que hace de este día un precioso día de conmemoración en defensa de la única legalidad que la Historia se comió sin margen para que el pueblo español pudiese reaccionar. Desde ese instante, desde que el fascismo mostrase sus credenciales, la docilidad tomó posiciones.
                         En realidad, no tenemos miedo a eso que llamamos "el sistema", ni a los medios represivos del mismo, ni a nada que se le parezca, nos tememos a nosotros mismos, a personajes que, presidiendo un supuesto país moderno, se permiten decir, sin que les tiemble la voz, ni el pulso se les desestabilice, ni se sonrojen, ni nada que se le parezca, que él/ellos, están para "la gente normal". Y qué ocurre, que en efecto, los imbéciles se lo toman a pies juntillas, y sacan pecho creyendo que hablan de ellos, y claro que hablan de ellos, habla de idiotas adocenados incapaces de indagar más allá de lo que su corto intelecto les deja vislumbrar. Y resulta que ese personaje, que ocupa la presidencia de un supuesto país moderno, no está solo, resulta que de la noche de los tiempos, de los infames tiempos en los que un embaucador nos engañó como a gilipollas, que es lo que somos como pueblo, ese embaucador retorna al futuro y con su aire de caricatura del enano que Gurruchaga invitase a su programa, no hace sino constatar, en este pueblo atolondrado, de mirada corta e inteligencia opaca, por no decir nula, que su figura es la de un viejo charlatán que olvidó poner freno cuando la edad lo superó y la baba se le caía por las comisuras mientras deglutía sus vómitos indomables delatándose como lo que siempre fue, un mercenario del fascismo disfrazado de socialista..., infame personaje, infames personajes, malditos seáis...sin vuestra contribución, España, en efecto, si sería un país moderno, sus gentes habrían encontrado el camino de la lógica, de la sensibilidad, pero no, tenemos lo que buscábais, un país de tontos incapaces de salir adelante sin vosotros. 

Santos López Giménez